En el corazón de la Quebrada de Humahuaca, rodeado por los impresionantes cerros multicolores y la majestuosidad del Cerro de los Siete Colores, se encuentra el pintoresco pueblo de Purmamarca. Este rincón del norte argentino no solo cautiva con su belleza natural y su rica herencia cultural, sino también con una gastronomía autóctona que refleja siglos de tradición andina.
Entre las delicias culinarias que ofrece Purmamarca, hay una que se ha convertido en el favorito indiscutible de los visitantes: las tortillas rellenas. Este manjar, simple pero exquisito, ha logrado conquistar los paladares más exigentes de turistas nacionales e internacionales que visitan la región.Las tortillas purmamarqueñas son discos de masa a base de harina de maíz o trigo, trabajados a mano por cocineras locales que han heredado las recetas de generaciones anteriores. Lo que las hace verdaderamente especiales son sus rellenos, que aprovechan los productos frescos de la región andina.
El relleno tradicional incluye queso de cabra local, un ingrediente emblemático de la zona, combinado con hierbas aromáticas como el orégano fresco, la albahaca o el huacatay. Algunas versiones incorporan papa andina, choclo (maíz) y carne de llama sazonada con comino y ají. Esta combinación de sabores crea una experiencia gastronómica única que transporta a quien lo prueba a las raíces más profundas de la cultura andina.Las tortillas se cocinan tradicionalmente en un horno de barro o sobre una plancha caliente llamada “chapa”, lo que les otorga ese característico aroma ahumado y una textura perfecta: crujiente por fuera y tierna por dentro. Los locales suelen servirlas calientes, acompañadas de llajwa, una salsa picante a base de tomate y locoto (un tipo de ají).
En la plaza central de Purmamarca, especialmente durante la feria artesanal, diversos puestos ofrecen estas delicias a los visitantes. Es común ver a turistas haciendo fila en los puestos más populares, aquellos que la voz a voz ha identificado como los mejores preparadores de tortillas rellenas.
Más allá de su sabor incomparable, estas tortillas representan la esencia de la gastronomía jujeña: simplicidad, ingredientes locales y técnicas ancestrales de preparación. Cada bocado es un viaje sensorial que permite conectar con las tradiciones culinarias que han sobrevivido al paso del tiempo en esta región del noroeste argentino.Si planeas visitar Purmamarca, degustar estas tortillas no es solo una recomendación gastronómica, sino una experiencia cultural imprescindible que complementa perfectamente la visita a sus famosos cerros coloridos y su mercado artesanal. Las tortillas rellenas de Purmamarca son, sin duda, uno de esos tesoros culinarios que permanecen en la memoria de quienes tienen el privilegio de probarlas.
